El peso argentino pide respaldo.

Cuándo Cristina dijo que Argentina estaba mejor que Australia y Canadá mencionó el nivel de reservas. Y es cierto que en todos los puntos que comparó, Argentina estaba mejor parada. Lo que no mencionó es que eso quizás no sean buenas noticias.
En Argentina las reservas son el respaldo real de la base monetaria y los argentinos parece que estamos muy pendientes de qué hay detrás de los pesos que utilizamos. Dado que no confiamos en nuestros pesos per se, siempre estamos mirando que hay detrás, qué los respalda.
Sin embargo hay monedas que no tienen practicamente ningún tipo de respaldo e igualmente son valiosas, como el dólar (que hace más de 40 años que abandono el respaldo en oro) o las bitcoins.
La oferta limitada o controlada, es suficiente (en muchos casos) para que la gente confíe en determinada moneda y es la confianza la que le da valor a la moneda. Confianza en que va a ser aceptada y confianza en que no va a perder su valor.

En Argentina no tenemos confianza en el peso y siempre estamos chequeando de que modo esos pesos están respaldados.
Durante la década del 90 cada peso estaba respaldado por un dólar en las reservas internacionales mediante la ley de convertibilidad, en ese período el peso no se desvalorizó, pero la economía argentina era completamente dependiente del ingreso de dólares. Vale recordar que cuándo dejaron de entrar los dólares la economía colapsó.
A partir de la reactivación de 02/03 las reservas se fueron incrementando sostenidamente y había dólares en el BCRA suficientes para respaldar la moneda al tipo de cambio vigente y más. Ese exceso de dólares se conocía como "Reservas de libre disponibilidad" y se utilizaban para pagar deuda.
En esos tiempos, el dólar blue valía lo mismo que el oficial.
Una situación de caída de reservas y aumento de la base monetaria llevó a que en 2011 los pesos que circulaban no estén respaldados en su totalidad por las reservas del BCRA al tipo de cambio vigente. Esta situación aumentó la presión sobre el dólar y el gobierno decididió restringir la demanda de dólares con el cepo cambiario.
A partir de este momento se separaron las cotizaciones del dólar blue y del oficial y el valor del primero replicó el comportamiento de la relación Reservas sobre Base Monetaria. Es decir, el precio que debería tener el dólar si se quisiera garantizar la totalidad de la base monetaria.

La necesidad de importar energía, la baja en el precio de la soja y la necesidad de financiar déficit fiscal con emisión hacen la tendencia de las reservas sea estable o decreciente, y la de la base monetaria creciente. No parece que vaya a haber solución en el corto plazo.

Gráficos interactivos
1 - A partir del cepo cambiario se amplificó el efecto de aumento de la base monetaria y pérdida de reservas.*


2 - El dólar blue sigue el comportamiento de la relación entre base monetaria y las reservas. Previo al cepo el precio del blue era igual al del oficial.**

 
*Fuente: BCRA **Fuente: BCRA y LN Data

Preparando el terreno para la deva.

Según Cronista, el ministerio de Economia está informando a los importadores que ya no podrán comprar dólares al precio oficial en el BCRA (cosa que igualmente estaba muy restringida) y que van a tener que recurrir al mercado del dólar contado con liquidación para pagar las importaciones.
El mecanismo es el siguiente, se compra en Argentina con pesos un título que también tenga cotización en el exterior, el mismo se vende en el exterior en dólares, con esos dólares se pagan las importaciones.
Podemos imaginar dos efectos inmediatos.
1) Frenar la sangría de reservas del banco central.
2) Aumento del costo de las importaciones en un 70% (BCRA vendía los dólares a $8,50 y con el nuevo mecanismo costarían $14,50).
El punto conflictivo es el segundo, ya que un aumento en los costos de las importaciones es claramente inflacionario (acordarse lo que pasó con la devaluación de enero).

Pareciera que la estrategia del gobierno es desdoblar la devaluación, asumiendo primero la parte inflacionaria de la misma. El siguiente paso bien podría ser unificar el tipo de cambio y liberar el cepo, o sea, una devaluación del dólar oficial. Esto tendría un efecto inflacionario residual y quizás se sincere la economía con un dólar a 13 o 14 pesos.
Conjeturas.


¿Indec miente de nuevo?

Se acaba de publicar el índice de inflación de Indec que muestra para el mes de agosto un aumento de los precios de 1,3%. El IPC Congreso estimó algo más del doble, 2,65% para el mismo período.
La nueva inflación de Indec (que empezó a publicarse con datos de enero de este año) siempre fue menor que la del Congreso. Sin embrago, la tendencia es similar en ambos casos entre los meses de enero y junio. Siempre descendente.

Gráfico interactivo, el cursor sobre las líneas muestra los valores de cada mes.

En julio ambos índices aumentan, pero la inflación del Congreso aumenta bastante más que la de Indec.
En agosto la tendencia empieza a separarse, Indec dice que la inflación baja y el Congreso dice que sube.
La brecha oscilaba entre 0,8 y 0,9 entre los meses de enero y junio. Por lo que parecía que ambos estaban midiendo lo mismo con algún margen de error (como una balanza descalibrada). Sin embargo a partir de julio y mucho más en agosto, esa relación se rompió.
¿Empezó de nuevo la mentira de Indec?