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El aplastante triunfo del oficialismo en General Roca (fenómeno que se repite en otras localidades y provincias) invita a reflexionar sobre la crisis que está viviendo la democracia en nuestro país. ¿Es posible que en una democracia madura un candidato pueda obtener más del 70% de los votos?. Evidentemente el electorado dejó de valorar principios básicos de la democracia, como partidos políticos o independencia de poderes. La nueva tendencia apunta al monopartidismo y a la virtual desaparición de las cámaras de representantes (Concejos Deliberantes, Legislaturas Provinciales y Congreso Nacional), ya que en muchísimos casos el oficialismo cuenta con mayorías propias, simples y absolutas.
Obviamente no podemos afirmar que el pueblo esté "golpeando la puerta de los cuarteles", sin embargo es muy clara la demanda de liderazgos personalistas, de cierto corte autoritario, y de que sea el criterio de una persona el que resuelva los problemas que la democracia no pudo en estos 24 años.
El concepto de democracia como sistema de gobierno ha ido evolucionando hasta llegar al avanzado concepto de Democracia Liberal (el grado más avanzado de Democracia Moderna), que es el que prevalece en las naciones con mayor desarrollo humano, y que defiende las libertades individuales y colectivas, basándose en el pluralismo y el respeto a las minorías.
Si bien el desarrollo histórico de los sistemas democráticos es complejo, vamos a simplificarlo teniendo en cuenta las tres etapas más salientes: el Absolutismo, la Tiranía de la Mayoría y la Democracia Moderna.
En el Sistema Absolutista -que se puede resumir con la famosa frase de Luis XIV "El estado soy yo"- la soberanía y el poder están concentrados en una sola persona, que toma todas las decisiones, dicta las leyes, e interpreta a su criterio las necesidades de la población. Este accionar puede o no ser apoyado por los ciudadanos, en épocas de bienestar económico el líder absolutista suele ser muy popular y en épocas de crisis puede ser resistido. Otra característica de estos sistemas es que rara vez generan indiferencia, normalmente los ciudadanos están divididos entre los fanáticos incondicionales y los férreos enemigos al régimen.
La Revolución Francesa surge como alternativa superadora del Absolutismo. Traslada la soberanía al pueblo y es el pueblo el que toma las decisiones, utilizando el criterio de la mayoría. Si bien la soberanía reside en todo el pueblo, solo es ejercida por la mayoría. Esta mayoría puede entonces sojuzgar a una minoría hasta el grado de negarle la condición humana. La Revolución Francesa es una clara muestra de como una democracia puede ser a su vez una tiranía.
El último escalón, y el menos imperfecto de todos los sistemas de gobierno lo constituye la Democracia Moderna, que es liberal ya protege las libertades individuales y colectivas; y es plural porque protege las diferencias de pensamiento, religión, raza y género entre otras. Los derechos inalienables de los individuos limitan la voluntad de la mayoría, ningún individuo puede ser sometido ya que existen derechos que lo protegen, que están plasmados en una constitución, hay división e independencia de poderes, voto universal y más de un partido político.
A partir del reestablecimiento de la democracia, nuestro país tuvo todas las condiciones dadas para ser un ejemplo de democracia moderna.
Sin embargo desde 1983 a la fecha, el deterioro a las instituciones democráticas ha sido creciente, a medida que transcurren los años cada vez son más visibles los atropellos del poder ejecutivo por sobre el legislativo, la manipulación del poder judicial, las trabas a la libertad de prensa, la tendencia al monopartidismo y algunos hechos puntuales como las violaciones a la propiedad privada (corralito), el golpe institucional a De La Rúa y la irregular elección de presidente del 2003.
A contramano circula Argentina, desde una democracia moderna hacia el absolutismo.
No debemos caer en la ingenuidad de creer que a los gobernantes no les sería mucho más confortable un sistema absolutista antes que uno democrático, pero en estos últimos dos o tres años también es la ciudadanía la que empuja este retroceso.
Claros ejemplo de esto son los porcentajes de los candidatos ganadores en Tucumán (83%), San Luis (82%), Chubut (72%), San Juan (60%) y Catamarca (58%).
A nivel provincial el fenómeno se manifiesta en Roca, donde el ganador obtuvo más del 70% de los votos, Villa Regina con el 74%, Viedma con 68% y altos porcentajes en Cipolletti y Bariloche.
A seis años del voto bronca y el que se vayan todos, la ciudadanía da un amplio respaldo a los que nunca se fueron.
Juan Pablo Serra
jpserra@hotmail.com
DNI 24.136.111
General Roca
2 comentarios:
Con independencia de Criterio, acerca de lo que significó el triunfo del Dr. SORIA en G ROCA, quiero manifestar que el artículo del Sr. SERRA es brillante; hace Hincapié en un fenómeno importantísismo, típico de una persona o país Infantil, necesitado de una imagen Fuerte y Paternal. Pero hay que pensar que después de todo somos un país joven, sin grandes tradiciones ni historia prolongada (pese a Discepolín). Por lo tanto no debemos desesperar, ya en algún momento maduraremos y en lugar de esperar al MESIAS en la Rosada, realizaremos la mas grande revolución que se pueda dar en un país, "cada uno haciendo lo que debe hacer de la mejor manera posible" y "todos obedeciendo las leyes", tal como sucede en países viejos y sabios que ya pagaron su cuota de sangre, muerte, hambre y dolor; mi unica esperanza es que nuestro camino de aprendizaje no sea tan terrible y doloroso.
(Comentario publicado en la edición digital de Río Negro)
http://rionegro.com.ar/diario/2007/10/13/cartas_de_lectores.php#otroscomentarios
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