"Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda." Martin Luther King
Poco puede agregarse a lo escrito anteriormente acerca de los reiterados abusos de la ética, de la legitimidad y hasta de la legalidad a los que el Partido Justicialista Bonaerense (casi sinónimo del PEN) nos tiene acostumbrados.
Bajo ningún punto de vista voy a desestimar la inteligencia de estas personas, son gente sensata, racional, que sabe lo que hace y que seguramente está bien asesorada y cuentan con datos de sondeos que les permiten planificar sus actos para encontrar los puntos exactos en los cuales intervenir. No está de más decir que con elevado condimento maquiavélico.
El bizarro contexto incluye todo. Primero la frase de K “¿Tienen miedo de perder?” condenando en Catamarca el adelantamiento de las elecciones, y diez días después fustigando a los opositores que no estaban de acuerdo por el adelantamiento de las legislativas decidido por Cristina(¿?). Luego vinieron las listas testimoniales (o anti-traición), Scioli, Massa y muchos otros diciendo que iban en las listas pero que no iban a asumir. Cuando el tema se judicializó mandaron una notita diciendo que eventualmente iban a asumir…
En el medio, en tiempo y espacio, está Clotilde Acosta, que en la boleta seguramente aparecerá con el nombre Nacha Guevara y en el imaginario de los bonaerenses con la imagen de Eva Perón. O sea, una síntesis del guerrillero y la Sra. Duarte.
También tuvo sus cinco minutos de fama un tal Fernando Narvaez, que pretendía llegar al congreso de la mano de algunos distraídos votantes de Francisco De Narvaez, en una falsa colectora, pero finalmente parece que abandonó la candidatura.
Lamentablemente todas estas cosas, en mayor o menor medida inaceptables para el ciudadano independiente, informado y más o menos educado, al parecer no tienen ningún efecto negativo en los votantes de las zonas más pobres del conurbano bonaerense. Me permito establecer una correlación general entre el nivel económico y el nivel educativo de los ciudadanos y llegar a la conclusión de qué son los sectores menos educados los que apoyan con su voto estas prácticas.
Es difícil caer con la culpa sobre los ignorantes, ya que mayormente son inocentes víctimas. Absolutamente irrelevante es caer con la culpa sobre los gobernantes, que saben que mantener (y en lo posible hacer crecer) la ignorancia, que genera beneficios electorales a muy bajo costo.
En principio estamos en presencia de un círculo vicioso, un gobernante que genera ignorancia y un ignorante que al bajar su nivel de exigencia, se conforma con lo concreto que se le ofrece durante la campaña.
¿Todo está perdido?
Entiendo que hay gente que creé que sí, ya que el accionar que hoy desarrolla el kirchnerismo no es nuevo, tiene más de veinte años de historia y se replica con éxito en cada provincia y no se divisa una fuerza capaz de cambiarlo. Otros piensan que no hay cambio posible dentro de la institucionalidad democrática. Algunos sostienen que la única manera de cambiar es “metiéndose” en política y como la consideran “sucia” o al menos muy incierta y desgastante, se quedan de brazos cruzados.
Yo soy de los que considera que hay un camino que lleva a un posible cambio, y para eso asumo una pequeña responsabilidad, la de influir a quien tengo cerca. Ni exhortar ni convencer. Comentar, plantear situaciones y tratar de generar alguna esperanza en los valores democráticos y republicanos. De la única manera que puede materializarse esa esperanza es utilizando bien la herramienta del voto. (¡Que ingenuo! pensarán muchos)
Poco puede agregarse a lo escrito anteriormente acerca de los reiterados abusos de la ética, de la legitimidad y hasta de la legalidad a los que el Partido Justicialista Bonaerense (casi sinónimo del PEN) nos tiene acostumbrados.
Bajo ningún punto de vista voy a desestimar la inteligencia de estas personas, son gente sensata, racional, que sabe lo que hace y que seguramente está bien asesorada y cuentan con datos de sondeos que les permiten planificar sus actos para encontrar los puntos exactos en los cuales intervenir. No está de más decir que con elevado condimento maquiavélico.
El bizarro contexto incluye todo. Primero la frase de K “¿Tienen miedo de perder?” condenando en Catamarca el adelantamiento de las elecciones, y diez días después fustigando a los opositores que no estaban de acuerdo por el adelantamiento de las legislativas decidido por Cristina(¿?). Luego vinieron las listas testimoniales (o anti-traición), Scioli, Massa y muchos otros diciendo que iban en las listas pero que no iban a asumir. Cuando el tema se judicializó mandaron una notita diciendo que eventualmente iban a asumir…
En el medio, en tiempo y espacio, está Clotilde Acosta, que en la boleta seguramente aparecerá con el nombre Nacha Guevara y en el imaginario de los bonaerenses con la imagen de Eva Perón. O sea, una síntesis del guerrillero y la Sra. Duarte.
También tuvo sus cinco minutos de fama un tal Fernando Narvaez, que pretendía llegar al congreso de la mano de algunos distraídos votantes de Francisco De Narvaez, en una falsa colectora, pero finalmente parece que abandonó la candidatura.
Lamentablemente todas estas cosas, en mayor o menor medida inaceptables para el ciudadano independiente, informado y más o menos educado, al parecer no tienen ningún efecto negativo en los votantes de las zonas más pobres del conurbano bonaerense. Me permito establecer una correlación general entre el nivel económico y el nivel educativo de los ciudadanos y llegar a la conclusión de qué son los sectores menos educados los que apoyan con su voto estas prácticas.
Es difícil caer con la culpa sobre los ignorantes, ya que mayormente son inocentes víctimas. Absolutamente irrelevante es caer con la culpa sobre los gobernantes, que saben que mantener (y en lo posible hacer crecer) la ignorancia, que genera beneficios electorales a muy bajo costo.
En principio estamos en presencia de un círculo vicioso, un gobernante que genera ignorancia y un ignorante que al bajar su nivel de exigencia, se conforma con lo concreto que se le ofrece durante la campaña.
¿Todo está perdido?
Entiendo que hay gente que creé que sí, ya que el accionar que hoy desarrolla el kirchnerismo no es nuevo, tiene más de veinte años de historia y se replica con éxito en cada provincia y no se divisa una fuerza capaz de cambiarlo. Otros piensan que no hay cambio posible dentro de la institucionalidad democrática. Algunos sostienen que la única manera de cambiar es “metiéndose” en política y como la consideran “sucia” o al menos muy incierta y desgastante, se quedan de brazos cruzados.
Yo soy de los que considera que hay un camino que lleva a un posible cambio, y para eso asumo una pequeña responsabilidad, la de influir a quien tengo cerca. Ni exhortar ni convencer. Comentar, plantear situaciones y tratar de generar alguna esperanza en los valores democráticos y republicanos. De la única manera que puede materializarse esa esperanza es utilizando bien la herramienta del voto. (¡Que ingenuo! pensarán muchos)
1 comentario:
"...Yo soy de los que considera que hay un camino que lleva a un posible cambio, y para eso asumo una pequeña responsabilidad, la de influir a quien tengo cerca. Ni exhortar ni convencer. Comentar, plantear situaciones y tratar de generar alguna esperanza en los valores democráticos y republicanos. De la única manera que puede materializarse esa esperanza es utilizando bien la herramienta del voto. (¡Que ingenuo! pensarán muchos)..."
Estoy totalmente de acuerdo, y me parece bárbaro tu granito de arena. Con tus conocimientos y neutralidad en el discurso se logran muchas cosas... De hecho estoy replanteándome a quien votar cuando ya lo tenía decidido! :D
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